17.07.23 La Resolución Ministerial Nº 278-2023-MINEM/DM, que aprueba “La Hoja de Ruta de Redes Eléctricas Inteligentes (Smart Grids) en la Distribución 2023-2030”, establece la estrategia del Perú al 2030 para conducir la transición del sector distribución eléctrica hacia las redes inteligentes, logrando un servicio competitivo, confiable y sostenible, con la participación de la demanda que contribuya a la descarbonización del país. Forma parte del compromiso del Estado peruano para orientar una mejora en la calidad de los servicios eléctricos que impacte en el bienestar de las personas y en la conservación del ambiente.
El Perú se ha propuesto modernizar el sistema de distribución eléctrico, de uno tradicional a uno que emplee tecnologías disruptivas que permita la incorporación de energías renovables no convencionales (como las provenientes del sol y del aire) y el uso eficiente de la energía a nivel nacional, ante ello, las Redes Eléctricas Inteligentes son una alternativa que permitirá optimizar la producción y distribución de electricidad en las ciudades aplicando, con múltiples propósitos, las tecnologías de la información y comunicación a las redes eléctricas. Este proceso de modernización supone cambios importantes que, por su complejidad, necesitan ordenarse a través de una estrategia armoniosa e integral. Por ello, la Hoja de Ruta de Redes Eléctricas Inteligentes establece objetivos estratégicos y líneas de acción para acelerar y desplegar tecnologías que reduzcan emisiones de carbono en el Perú.
La implementación de Smart Grids genera múltiples beneficios, principalmente, porque propicia la participación directa de los consumidores de la electricidad, a través del uso de nuevas tecnologías como son los sistemas de medición inteligente. De esta forma, por ejemplo, las personas en sus hogares podrán recibir información en tiempo real sobre el uso de electricidad que realizan. Así, podrán gestionar activamente su consumo, ya que tendrán la capacidad de decidir no consumir electricidad en horas punta, beneficiándose con un menor pago en su recibo de luz y contribuyendo al cuidado del medio ambiente. También, las Redes Eléctricas Inteligentes facilitarán el almacenamiento adecuado de la energía que se genera en el país; así como el desarrollo de nuevos mercados, productos y servicios, e integrarán diferentes sectores, como el transporte a través de la electromovilidad. Además, mejorarán la calidad del servicio, la confiabilidad de la provisión de la energía, para reducir las probabilidades de que se generen interrupciones o cortes de luz, mejorando la satisfacción del cliente.
Las acciones contempladas en la Hoja de Ruta abarcan no solo a los actores del sector eléctrico, sino que se extiende a sectores como los de ambiente y transporte. Por ello, para su construcción se utilizó una metodología participativa, que involucró a las Empresas de Distribución Eléctrica estatales y privadas, el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería – Osinergmin, el Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado -FONAFE, así como al Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, garantizando un producto coherente y consensuado por los diferentes actores nacionales. Este proceso fue realizado con el apoyo de Dirección General de Electricidad y la cooperación alemana para el desarrollo, implementada por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH, a través del proyecto Distribución Eléctrica 4.0.
Finalmente, es importante destacar que la Hoja de Ruta contribuye al cumplimiento de los objetivos de la Política Energética Nacional 2010 – 2040 que pretende un sistema energético que satisfaga la demanda nacional de energía de manera confiable, regular, continua y eficiente, llevándose a cabo en el marco de Ley de Promoción del Uso Eficiente de la Energía, que busca asegurar el suministro de energía, proteger al consumidor, fomentar la competitividad de la economía nacional y reducir el impacto ambiental negativo del uso y consumo de los energéticos. Asimismo, forma parte de los compromisos internacionales asumidos por Perú en respuesta al Cambio Climático y se alinean con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Así, se espera satisfacer las necesidades de energía de la ciudadanía, garantizando a la población el derecho de contar con un sistema de electricidad de calidad, y que promueva la inclusión social, el uso eficiente de energía, el desarrollo económico, la transición justa y la protección del ambiente y la comunidad en su conjunto.